Alentejo

El Alentejo ofrece inolvidables paisajes y experiencias en cada uno de sus fascinantes rincones. Si desea disfrutar de la naturaleza, atrévase a explorar rutas a pie y en bicicleta por las sierras, montes, valles y riberas de la zona. El Parque de São Mamede, situado a 1025 metros de altitud, es el punto más elevado del Alentejo. Recorra sus más de 56 000 hectáreas de extensión a través de las cinco rutas de senderismo señalizadas.

Las albuferas circundantes, como las de Caia, Montargil, Maranhão o Divor, son otra forma excelente de disfrutar la naturaleza y practicar deportes como esquí acuático, remo, vela, piragüismo o natación. En Cabeço de Vide, cambie el agua por el aire y viaje en globo hasta Évora, desde cuyo aeródromo podrá saltar en paracaídas a 3000 pies de altitud sobre la ciudad.

Los aficionados a las puestas de sol en la playa tienen muchos arenales que descubrir entre Zambujeira do Mar y Tróia. El festival Sudoeste, que se celebra a principios de agosto en Zambujeira do Mar, y el festival Músicas do Mundo, que se celebra en Sines a finales de julio, hacen las delicias de los melómanos que no pueden pasar el verano sin ir a la playa. Además, los amantes de las olas podrán visitar la playa de São Torpes, ideal para practicar surf.

Sin embargo, el Alentejo no es solo una región de paisajes, sino también de sabores, artesanía y legados del pasado. Los principales puntos turísticos son las dos ciudades nombradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: Évora y Elvas. Tampoco se pierda las ciudades de Alqueva, Monsaraz, Marvão, Castelo de Vide, Vila Viçosa ni la zona del Alentejo Litoral, como Sines, Tróia y Vila Nova de Milfontes.